la foto de izq. a der.: yo, María, Ju, Negra, Trola abajo, Manu arriba y mas arriba Lisa, atrás Ale, adelante Salva, Seba, y luego Monito de gorro, Cucha y Matilde... en una de las playas aquellas...
Desde hace alguno años ya que el norte es destino obligado de los tiempos libres escogidos, asignados, inventados, planificados, espontáneos, masivos, multitudinarios o tranquilamente solitarios.
Los Olieches están ahí hace un rato, gracias a ellos hemos conocido y aprendido a querer los recónditos paisajes del pequeño atacama, desde los inicios populares y eufóricos en bahía inglesa hasta las visitas pausadas en copiapo, pasando por la siempre única caldera, campamentos varios, de todos los tipos, tamaños y duraciones, motivos nunca han faltado y amigos tampoco, la tribu nortina se amplia, crece, se agranda... estupendos aperitivos, cumpleaños treintañeros, desayunos familiares y atardeceres memorables.... recitales, asados non stop, banquetes o simples y deliciosas comidas caseras, siempre buenas conversas... Siempre el cariño, el abrazo, la acogida, el hogar.
Y esta vez no fue la excepción... Finalmente llegué.. poquitos días, días de conversa, de paseos, aventuras varias, sol, arena, playa... amigos del alma.
En las buenas y en las malas.
En las buenas y en las malas.
Siempre en mi corazón.
(Fotos gracias al gentil auspicio de Gordito, alias papá, gracias por el prestamo!)
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